Santiago, 19 Sep. (ATON) -
La muerte del sargento segundo Claudio Poza, un carabinero con 17 años de servicio, ha conmocionado a Chile, no solo por las circunstancias de su fallecimiento, sino también por el giro inesperado en su caso. Poza falleció en la madrugada de este jueves en Puente Alto, región Metropolitana. Inicialmente se pensó que había sido víctima de un accidente de tránsito, ya que su vehículo había impactado contra un árbol.
Sin embargo, las investigaciones posteriores revelaron que su muerte fue el resultado de un robo con homicidio. El fiscal Juan Cheuquiante y los equipos especializados confirmaron que un proyectil balístico encontrado en el asiento del conductor, junto con la ausencia de varias pertenencias de Poza, indicaban que el sargento había sido baleado antes de perder el control del vehículo. "La dinámica del suceso comenzó a cambiar cuando se detectaron signos de un disparo en el lugar", explicó Cheuquiante.
Poza, que estaba de franco y trabajando como conductor de un taxi colectivo en horas de la madrugada, fue trasladado a un centro de urgencias pero falleció debido a las heridas. El delegado presidencial de la región Metropolitana, Gonzalo Durán, informó que Poza estaba realizando labores para una aplicación de transporte, aunque no tenía una solicitud activa en ese momento. Esto sugiere que podría haber recogido a un pasajero de forma no registrada, exponiéndose a una situación peligrosa.
El alcalde de Puente Alto, Germán Codina, expresó su preocupación por la situación, señalando que muchos carabineros se ven obligados a realizar trabajos adicionales para complementar sus ingresos. "Es preocupante que un funcionario de Carabineros tenga que recurrir a trabajos adicionales para llegar a fin de mes. Esto pone en tela de juicio el estado actual de las remuneraciones y las condiciones laborales en la institución", afirmó Codina.
El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, también lamentó la pérdida y destacó la difícil realidad que enfrentan muchos carabineros. Es terrible cuando fallece cualquier persona, pero más aún cuando muere un camarada, un carabinero. Obviamente, no quisiéramos que esto pasara, pero hay una realidad que debemos enfrentar: muchos carabineros realizan tareas extraordinarias para suplir sus necesidades personales y familiares , comentó Yáñez.