Santiago, 20 Sep. (ATON) -
La Falla San Ramón, ubicada en el sector oriental de Santiago, es una amenaza latente para la Región Metropolitana. Según la investigadora del Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O Higgins (UOH), Alejandra Serey, esta falla tectónica activa podría generar un sismo de magnitud 7.5, afectando a más de 2 millones de personas en comunas como Vitacura, Las Condes, Peñalolén y Puente Alto.
La experta señaló que estamos en presencia de una falla geológica de tipo inversa y activa, que viene acumulando energía desde hace unos 8 mil años, con un hipocentro muy cercano a la superficie , lo que podría desencadenar peligros geológicos en cascada, como deslizamientos masivos o el embalsamiento de ríos, tal como ocurrió en el terremoto de Valdivia de 1960.
Además de los efectos directos del sismo, Serey advierte sobre los impactos secundarios, como la movilización de sedimentos y las lluvias posteriores, que podrían agravar la situación. Por ello, insiste en la importancia de desarrollar una cultura preventiva , donde las personas comprendan mejor su interacción con la naturaleza y los riesgos de su entorno.
Como chilenas y chilenos estamos acostumbrados a reaccionar después de los acontecimientos, cuando lo que se requiere es de una cultura preventiva , explicó Serey, destacando que la gestión efectiva del riesgo depende de estar preparados para reducir la vulnerabilidad frente a desastres.
En ese sentido, la preparación multisectorial es clave para mitigar los riesgos. Serey sugiere que se debe trabajar de forma colaborativa entre la academia, instituciones como Senapred y los gobiernos regionales, a partir de la "Ley 21.364 para el Sistema y Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres". Esto permitiría crear una red sólida para la gestión de riesgos sísmicos, promoviendo la conciencia y la resiliencia frente a estos fenómenos.