Santiago 19 Oct. (ATON) -
El sociólogo Manuel Canales plantea que una de las interrogantes fundamentales que surgió tras el estallido social de octubre es si este modelo puede dar respuesta a las demandas de pensiones, salud, educación, trabajo y oportunidades decentes para las clases populares .
Recientemente, la Encuesta CEP reveló un cambio significativo en la percepción pública respecto a las manifestaciones de octubre de 2019. Según los datos, el porcentaje de personas que siempre han rechazado estas protestas se triplicó en cinco años, pasando de un 11% en diciembre de 2019 a un 34% en agosto/septiembre de 2024, superando así a quienes apoyan las manifestaciones en la actualidad.
Canales, investigador de la Universidad de O Higgins, argumenta que este fenómeno de negación está relacionado con la forma en que se diseñan las encuestas. A su juicio, están destinadas a negar la naturaleza real de octubre y su propósito no es tanto revelar la verdad, sino distorsionarla o minimizar el apoyo que tuvo el estallido en su momento .
El sociólogo menciona que, tras años de estigmatizar a un movimiento sin representación formal, es comprensible que algunas personas ahora digan que no apoyaron el estallido. Sin embargo, recalca que esto no refleja la realidad de aquel tiempo, ya que el 90% de la población, según encuestas previas, mostró un alto grado de simpatía hacia las demandas de octubre .
Canales sostiene que, a cinco años de la revuelta, la sociedad sigue sin entender octubre , lo cual forma parte de una estrategia más amplia de manipulación que busca desacreditar el significado del estallido y sus exigencias.
Al respecto, el autor afirma que octubre nunca fue un rostro, ni siquiera un actor. No es para ser celebrado, se le entiende, se le reconoce. No se le demoniza . La pregunta que quedó sin respuesta, según él, es si dentro del actual modelo habrá posibilidades de una salud decente, de jubilaciones decentes, de empleos decentes y de educación decente .
Las demandas sociales que surgieron en octubre como pensiones justas, salud digna, educación y trabajo siguen vigentes, pero el problema radica en que la clase política no ha sabido dar una respuesta adecuada. Estamos negando la demanda social de octubre, porque dicha demanda estructural cuestiona la capacidad del modelo para ofrecer bienestar a las clases populares , argumenta Canales.
Él enfatiza que el estallido no debería ser visto como un mero acto de violencia, sino como una manifestación del agotamiento del sistema neoliberal, que, si bien sacó a muchas personas de la pobreza, ya no responde a las expectativas de las nuevas generaciones.
Manuel Canales concluye que cinco años después del estallido estamos en el mismo punto . La clase política, tanto de izquierda como de derecha, no ha sabido interpretar adecuadamente esta demanda. Preguntado sobre si seremos capaces de enfrentar y solucionar el dilema que plantea octubre, Canales es claro: El tema es largo, como el país. ¿Sobre si daremos el ancho? Digamos que el ancho nunca ha sido el fuerte de Chile. Pero no tiene otro destino. Permaneceremos en ella mientras no la abordemos en serio .