20 de noviembre. Santiago. Periodismo Uniacc, Israel Vásquez.
¿Qué les debiese preocupar a los usuarios del Transantiago? Siempre un partido de fútbol de alta convocatoria o alguna manifestación social. Las barras bravas, por lo general muy violentas, son de temer para los vecinos y quienes utilizan el transporte público.
Los medios muestran cómo algunos de estos grupos de personas, rechazan la convivencia cívica. Un ejemplo de esta situación ocurrió el 8 de marzo de 2024, para el arengazo albo, cuando barristas de Colo Colo secuestraron un microbús en Puente Alto para dirigirse al Estadio Monumental.
Por otra parte, las manifestaciones sociales, también ponen en defensa el sistema de transporte público. En dichas convocatorias masivas casi siempre el encuentro termina con situaciones de violencia entre los manifestantes y la policía, hechos que escalan con rudeza, perjudicando a los usuarios y al conductor del bus.
Alex Blanco, que es chofer de la empresa Metropol y trabaja desde el año 2005 en el sistema de transporte público, comenta que la empresa y la autoridad les transmiten el mensaje de no resistirse ante las peticiones de los antisociales y con esto evitar salir lesionados. Además, asegura que, en el contexto de algunas manifestaciones, quienes le piden abandonar el bus, son personas violentas, incluso una vez lo amenazaron que si no entregaba la máquina, la quemarían con él en su interior.
Protocolos y Prevención
El Departamento de Comunicaciones de Carabineros, explica que frente a estas situaciones, se ofrece un servicio estadio, que consiste en la prevención y control del orden público, además, de un constante monitoreo en los territorios a través de los distintos oficiales desplegados.
La forma en que debe abordar esta situación un conductor del Transantiago, es un protocolo que exige por lo menos: evacuar a los usuarios y apagar el motor. Pero en circunstancias de amenazas con pistolas u otras armas, lo único cierto es huir, asegura Alex.
La ley de Estadio Seguro fue modificada en tres puntos esenciales y en sus novedades incluye sanciones con penas de 5 a 10 años de cárcel a quienes secuestren buses. A pesar de estas nuevas modificaciones que entraron en vigencia en junio del año 2015, este problema sigue sucediendo y al parecer las autoridades aún no han podido resolver este paradigma.
Vicente Durán, fue despachador de terminal en el sistema de Red y explica cómo en las manifestaciones (11 de septiembre, día del joven combatiente, etc.) los buses son secuestrados para ser quemados. Y, en el caso de los partidos de fútbol, los barristas le dicen al conductor "que maneje no más". Mientras esto sucede, van destrozando las escotillas y subiéndose al techo del bus con sus gigantescas banderas. En este contexto, comenta que los servicios en los días de fútbol, cuando hay "clásicos", la empresa hace circular los buses más deteriorados y con esto consiguen resguardar los buses de mejor estado; porque saben que los buses serán secuestrados, atacados, rayados o quemados en situaciones de manifestación.
También comenta que los conductores que enfrentan estos recorridos, están preparados para cumplir algún desvío de improviso por parte de los barristas hacia el estadio, pero es rara la vez que esto sucede, porque principalmente se suben al bus, lo destrozan y le vuelan las escotillas para poder ir en los 12 metros de largo del techo.
Asegura que en la comuna de Renca donde trabajó, existían zonas "tranquilas", pero de igual manera los conductores llegaban con lesiones: piedrazos al conductor, balazos al bus, golpes de puño en contra del chofer, con resultados graves.