27 Nov. (Javier Zúñiga / Periodismo UNIACC)
La sexagésima quinta edición del torneo más prestigioso del continente, la Copa Libertadores, se juega este domingo en Buenos Aires, Argentina. En esta ocasión los dos finalistas son Atlético Mineiro y Botafogo, que atraviesan una realidad distinta frente a la final.
Por un lado, el "Galo" llega con una derrota por 2-3 frente a Juventude. Mientras Botafogo llega con confianza tras haber salido airoso en un encuentro decisivo por el "Brasileirao" frente a su máximo perseguidor, el Palmeiras. Así, quedándose con el primer lugar a dos fechas del final del campeonato.
No es casualidad que, como mínimo, se presente un equipo brasileño en las instancias finales por el poder económico que estos clubes manejan. Por ello, la actual final ya rompió un récord: por sexta vez consecutiva habrá un campeón de un mismo país (2019-2024); Flamengo, Palmeiras, Palmeiras, Flamengo, Fluminense. Y ahora Mineiro o Botafogo.
Este récord lo obtuvo en su momento Argentina en dos ocasiones: primero entre 1967-1970 (Racing y tres títulos consecutivos de Estudiantes LP) y, luego, entre 1972-1975 con cuatro títulos consecutivos de Independiente. Tuvieron que pasar 48 años para que ambos récords fuesen superados en 2023; sin embargo, esto se acrecienta más en 2024 lo cual es consecuencia del poderío económico de los clubes cariocas a nivel continental.
Con ello, ya está clarísimo que este domingo habrá un nuevo campeón brasileño, el cual se asegura un cupo en el próximo mundial de clubes del 2025 y una prima por la obtención del título de 23 millones de dólares, lo cual son 5 millones más que la edición anterior. Esto último también implica una mayor inversión, por parte de la CONMEBOL para hacer frente de cierta forma o competir con los equipos europeos.