27 Nov. (Tomás Cárdenas / Periodismo UNIACC)
Con la salida del último juego de la serie S.T.A.L.K.E.R y la muerte en combate de desarrolladores del estudio ucraniano, creador de esta saga, "GSC Games World". Los jugadores a lo largo del mundo se han vuelto a preguntar, ¿por qué la guerra vende tanto en los videojuegos?
Esto se debe a que sagas como "Call of Duty", "Battlefield" o "Wolfenstein", nos han mostrado visiones mucho más apegadas a una película de Hollywood en la mayoría de sus entregas, con coloridas explosiones, y tiroteos espectaculares que deleitan la vista del jugador. Sin embargo, se quedan cortos a la hora de mostrar la crudeza de la guerra (con la excepción de algunos casos) . Esta falta del realismo y concientización del conflicto ha llevado a la creación de un subgénero de shooters dentro de los videojuegos conocido como "milsim" o traducido al español "simulación militar". Este subgénero consiste en experiencias inmersivas que demuestren una crudeza tremenda a la hora de ejecutar sus ideas, con un gameplay que castiga severamente al jugador.
Es esta minimización de la imagen del jugador la que capta a millones de jugadores a lo largo del planeta, con juegos como "Hell Let Loose", "Squad", o la saga "Arma", que requieren de la cooperación en equipo para el objetivo y donde la supervivencia del jugador es casi nula. La visión de estos juegos es ofrecer una experiencia lo más inmersiva posible, pero más que nada, ser una prueba virtual de los horrores de la guerra, desesperante, injusta e impredecible, pero accesible para quienes se atreven a jugarlos.
El subgénero "MilSim" se beneficia monetariamente de la guerra; sin embargo, mucho de este dinero va a parar a fundaciones para veteranos de guerra o en contra del conflicto puesto que muchos de los desarrolladores de estos videojuegos son personas que han pasado por entrenamiento militar o han estado en un conflicto directo. Vivo ejemplo es la desarrolladora "GSC Game World", encargada de la saga de juegos "S.T.A.L.K.E.R", que tuvo entre sus filas de desarrolladores a personas que a este momento han perecido en el conflicto ruso-ucraniano. La visión en común de estos equipos casi siempre es la misma, que no se repitan los conflictos armados que ellos vivieron, y que estos juegos sean una carta de honor a aquellos que fallecieron durante el desarrollo de estas guerras.
Otro juego realizado por militares ha sido la última "carta de respeto hacia los soldados", con el nombre de "Six Days in Fallujah", un título "milsim" que te pone en la piel de un soldado estadounidense en la segunda batalla de Faluya del 2004, en plena Guerra de Irak. El juego es una advertencia directa escrita al jugador por los propios individuos que la vivieron. Esta advertencia demuestra lo delicada que es la vida humana y transmite cómo en gran parte del mundo los soldados en medio del conflicto son jóvenes con toda una vida por delante. En el caso de Faluya, fueron 5 mil las víctimas aproximadas. Todo ello se repite con cada uno de los nuevos conflictos que van surgiendo.
Los juegos de simulación militar son medios de conciencia para la población, por lo cual sus desarrolladoras esperan que algún día estas experiencias jugables sólo sean simulaciones de un pasado oscuro que la humanidad no repitió.