MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
La consultora McKinsey & Co. pagará 230 millones de dólares (218,1 millones de euros) para hacer frente a las demandas interpuestas tras haber asesorado a farmacéuticas con el fin de incrementar la venta de opiáceos en Estados Unidos.
La firma, así, abonará en total más de 870 millones de dólares (825 millones de euros) para resolver posibles acciones judiciales por su responsabilidad indirecta sobre la crisis sociosanitaria que azota la primera economía mundial.
De esta forma, la nueva cantidad se sumará a los acuerdos alcanzados el pasado febrero y en marzo de 2021 que han costado a la compañía unos 641,5 millones de dólares (608,3 millones de euros).
El pacto alcanzado con diversas administraciones municipales, comarcales y juntas escolares deberá ser ratificado por un tribunal en los próximos meses.
Por otra parte, McKinsey también ha alcanzado un acuerdo con tribus nativas americanas por este mismo motivo, así como un principio de acuerdo con terceras partes, como aquellas encargadas de sufragar los gastos médicos de sus pacientes. No obstante, no ha desvelado los costes potenciales.
El rol de McKinsey en la crisis sanitaria se achaca a la labor de análisis de ventas y marketing proporcionada a fabricantes de estos medicamentos, como Purdue Pharma o Johnson & Johnson. Entre los detalles recogidos en la demanda, por ejemplo, figuran que McKinsey recomendó a Purdue que sus encargados de venta contactasen con doctores con largos historiales en la prescripción de opiáceos.
McKinsey ha reconocido que las labores de asesoramiento para los fabricantes de opioides, "aunque fuese legal", no estuvo a la altura de sus estándares empresariales. Así, hace más de cuatro años que la consultora abandonó el asesoramiento a este sector y endureció su política de selección de clientes.
"Como hemos declarado anteriormente, seguimos creyendo que nuestro trabajo en el pasado fue legal y negamos las alegaciones en sentido contrario", ha declarado la firma en un comunicado.