Publicado 19/12/2024 11:10

Santiago bajo tierra: Desde restos precolombinos hasta las estaciones fantasma del Metro

Excavaciones en Santiago de Compostela
Excavaciones en Santiago de Compostela - cedida

MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

Santiago. Periodismo Uniacc, Marjorie Rodríguez Osses.

Las constantes excavaciones para obras viales en Santiago, destinadas a mejorar la infraestructura de la ciudad, han abierto una fascinante ventana al pasado, desenterrando valiosos vestigios arqueológicos que dan cuenta de la rica historia de la capital. Desde restos de antiguas civilizaciones hasta huellas de la vida colonial, el subsuelo santiaguino guarda secretos que poco a poco van saliendo a la luz.

Por otro lado, la construcción del Metro de Santiago, uno de los sistemas de transporte más modernos y extensos de América Latina, también ha sido la cuna de muchos hallazgos, ya que no solo conecta a millones de personas cada día, sino que también ha sido testigo de importantes descubrimientos históricos y leyendas urbanas que se ocultan en su entramado subterráneo. Desde restos arqueológicos hasta estaciones fantasma, este gigante del transporte guarda secretos fascinantes que revelan otra cara de la capital chilena.

Tesoros arqueológicos bajo tierra

Durante las excavaciones para construir las líneas de Metro, especialmente en sectores históricos de Santiago, se han encontrado vestigios que datan de períodos precolombinos y coloniales. Uno de los casos más emblemáticos ocurrió en 2012, cuando los trabajos en la línea 3 revelaron restos de cerámica y estructuras vinculadas a comunidades indígenas que habitaron la región antes de la llegada de los españoles.

Otro hallazgo destacado tuvo lugar en la actual construcción de la futura línea 7, donde aparecieron vestigios de la antigua ciudad colonial, como utensilios y estructuras que datan de hace más de 13 mil años. Estos descubrimientos no solo detuvieron temporalmente las obras, sino que también motivaron un trabajo conjunto entre arqueólogos, historiadores y el Metro para preservar el patrimonio encontrado. Este, corresponde al rescate patrimonial más extenso, realizado en el país al margen de una investigación científica. Fue hallado dentro de un predio de 17 hectáreas donde se emplazará la infraestructura de los talleres de mantenimiento y las cocheras para la flota de 37 trenes que tendrá la línea 7 del Metro de Santiago.

Las estaciones fantasma: entre la realidad y la leyenda

Más allá de los descubrimientos históricos, las "estaciones fantasma" son un capítulo aparte en la historia del Metro de Santiago. Estos espacios abandonados o nunca inaugurados, estuvieron en el trazado inicial de sus líneas, pero por modificaciones en los proyectos u otras razones, nunca vieron la luz. Se podría decir que hasta el día de hoy han alimentado mitos urbanos y generado intriga entre los pasajeros.

Bajo esas condiciones, se encuentran 3 casos emblemáticos, como por ejemplo la Estación Puente Cal y Canto, que si bien la estación existe como tal y forma parte de la Línea 2 y Línea 3 (estación de combinación), debajo de la misma, en sentido norte-sur, está construida la obra gruesa de lo que en principio iba a ser la combinación. Se construyó hace más de 30 años, proyectando que esa infraestructura sería utilizada en la construcción de la Línea 3, pero se descartó y las obras inauguradas el 2019 fueron construidas desde cero. La infraestructura construida quedó en desuso, pues se dice que se pospuso su uso debido al terremoto de 1985. En fin, ahí yacen, en el tercer subsuelo, estructuras por las que nunca pasará el tren.

Por otro lado tenemos la desconocida Estación Echeverría, ubicada en Américo Vespucio, entre las estaciones La Cisterna y San Ramón. No solo se terminó la obra gruesa, sino que incluso, ya estaban listos los accesos aunque nunca se utilizaron. La estructura actualmente existe, pero no se encuentra activa debido a que su demanda demográfica no justifica su funcionamiento. Sin embargo, esos accesos se usan el día de hoy como pasarelas peatonales sobre la autopista.

Y finalmente, en pleno corazón del barrio Yungay, se encuentra la que iba a ser una de las estaciones que conformaría la Línea 5 desde sus inicios. Ubicada entre las estaciones Cumming y Quinta Normal, está la Estación Libertad. Es más, si alguien camina por la intersección de las calles Catedral y Libertad, se encontrará con una plaza en donde se encuentra la puerta de acceso a la estación. Este lugar nunca se abrió a público por una cuestión de proximidad, ya que la distancia con sus estaciones aledañas es menor a 650 metros.

El desafío de la conservación

A propósito del reciente hallazgo de los rieles del antiguo tranvía que circulaba por Santiago durante la primera mitad del siglo pasado en las obras que se están realizando en la nueva rotonda de la Plaza Baquedano, salió a la luz una evidente problemática: la protección y conservación de patrimonio histórico en obras viales.

Por reglamento, en casos así, las obras deben detenerse y activar un protocolo que involucra al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y a personal especializado, quienes se encargan de evaluar, rescatar, estudiar y catalogar los objetos encontrados. En el caso de la Plaza Baquedano, el CMN y el Ministerio de Obras Públicas determinaron proteger el hallazgo, y ordenaron su retiro. Finalmente, una mesa técnica de instituciones que son parte del proyecto deben definir qué hacer con el material encontrado en las obras.

En el futuro, es probable que nuevas excavaciones sigan develando sorpresas. Por ahora, los pasajeros que viajan diariamente por estas líneas tienen una razón más para maravillarse: bajo sus pies se esconde un mundo de historias que aún esperan ser contadas.

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