Actualizado 05/09/2014 13:52

Rousseff endurece su campaña y desacredita a su rival Marina Silva

   BRASILIA, 5 Sep. (Reuters/EP) -  

     La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha endurecido el tono de su campaña y ha asegurado que su rival de cara a las elecciones del próximo mes, Marina Silva, es una apuesta peligrosa apoyada por una élite financiera inconsciente.

   Con motivo del fuerte ascenso de Silva en las encuestas, el equipo de la presidenta brasileña ha inciado una campaña de descrédito hacia la candidata que parece estar dando resultado según los resultados de los dos últimos sondeos publicados, en los que sus apoyos se han estancado.

   Rousseff no busca, sin embargo, atacar fuertemente a Silva, pues esto podría jugar en su contra. "No planeamos demoler a Marina Silva. Eso podría acabar victimizándola", ha reconocido un asesor de la presidenta.

   Aprovechando la falta de apoyo de la candidata en el Congreso, que aseguran que le llevaría a liderar un gobierno inestable, la han presentado como un obstáculo al desarrollo del país y una amenaza a los avances sociales logrados hasta el momento por el Partido de los Trabajadores (PT).

   Mientras Silva continúa siendo la primera para una posible segunda vuelta, Rousseff ha recuperado algo de terreno y sus índices de rechazo en la sociedad han descendido.

LA CRITICADA OPCIÓN CONTRA EL PT

   Silva, que se ha convertido en la mayor esperanza de la clase empresarial para sacar al PT del poder, está logrando también el apoyo de los votantes cansados de la corrupción y la política tradicional.

   El PT, sin embargo, ha atacado a las promesas de su rival a través de un anuncio televisivo en el que insta a dejar "los sueños" y "volver a la tierra y a la realidad" de cara a las elecciones. Además, también han atacado las políticas de libre mercado que la candidata defiende y han asegurado que favorecerán el desempleo.

   Rousseff ha acusado también a Silva de connivencia con la élite bacaria por su propuesta de dotar de independencia total al Banco Central. El PT asegura que ésta es una maniobra para poner la política monetaria al servicio de bancos privados "oligopólicos".

   Estas conclusiones vienen dadas por el apoyo a la candidata de Maria Alice Setubal, una multimillonaria heredera de una de las familias que controla Itau Unibanco Holding SA, el mayor banco de Latinoamérica por valor de mercado.

   Por su parte, Silva ha acusado a la presidenta de llevar adelante la misma política de terror que sufrió su partido antes de llegar al poder.

LA OTRA BAZA

   Sin embargo, la campaña de Rousseff no se limita a los intentos de desacreditar a Marina Silva. El mentor de la presidenta, Luiz Inacio Lula da Silva, ha entrado en campaña a su lado.

   "Mientras tenga fuerza, lucharé para evitar que la gente que no hizo nada en 500 años vuelva para arruinarlo todo", ha dicho da Silva, que es el político más popular de país.

   El PT se ha servido de la gestión que llevara a cabo Silva como ministra de Medio Ambiente de Lula para acusarla de retrasar las licencias para la construcción de presas hidroeléctricas en la Amazonia, con las que se cubriría el creciente déficit eléctrico de Brasil.

   Esta estrategia es la que se emplea también para atacar las críticas de Silva a los combustibles fósiles.

   El equipo de Rousseff pone con ello en duda el compromiso de la candidata con la extracción de las vastas reservas petrolíferas en mar abierto --de las que el país se enorgullece-- y ensalza la figura de la presidenta, que ha destinado un 10 por ciento de los beneficios de estas extracciones a la educación.

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