BOGOTÁ, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Colombia ha determinado que la bomba que hizo detonar un coche frente al edificio que alberga la emisora Caracol Radio y la Agencia EFE contenía 50 kilos de anfo, un explosivo de alta intensidad cuyos componentes son fáciles de conseguir.
Las autoridades han destacado que el vehículo, que estalló cerca de las 05.30 horas (12.30 horas en la España peninsular), era marca Chevrolet Swift de color gris con matrícula VOO 483 que podría ser falsa, ya que corresponde a un coche que está registrado y que no ha sido vinculado con el hecho, informó el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, César Augusto Pinzón.
El verdadero coche utilizado en la explosión había sido robado el pasado 31 de julio en el centro comercial Plaza de las Américas de la capital colombiana y su verdadera matrícula sería CSN 820. Los dueños de ambos vehículos no tienen antecedentes penales, acotó Pinzón en declaraciones a la prensa.
Pese a que el anfo es un potente explosivo --que consta de una mezcla de nitrato de amonio y combustibles derivados del petróleo-- la explosión no causó "un daño grave en la estructura del edificio siniestrado", explicó el oficial.
A este respecto, el fiscal general de Colombia, Guillermo Mendoza, ha solicitado investigar a un grupo de personas que fueron liberadas hace unos días tras haber sido detenidas por transportar anfo y otros explosivos.
"Hace cuatro o cinco días se capturó a seis personas en un vehículo donde había anfo y armas de indugel, se llevaron a un juez de control de garantías y lamentablemente se les dio la libertad porque la captura fue ilegal y ahora estamos viendo esto", señaló Mendoza.
Para el fiscal "lo que llama la atención es que haya ciudadanos que anden en vehículos con explosivos tan tranquilamente" sin que se investigue su procedencia y los motivos por los que llevan esos compuestos que son utilizados para este tipo de atentados.
Por el momento ningún grupo armado se ha atribuido la autoría de este atentado que tiene lugar apenas cinco días después de que Juan Manuel Santos asumiera la Presidencia de Colombia, con la promesa de seguir enfrentando a las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y a todos los grupos que han mantenido a esa nación sudamericana sumergida en un conflicto armado.