RÍO DE JANEIRO, 12 Dic. (Notimérica) -
La presidenta de Petrobras, Graça Foster, sabía de las irregularidades que se producían en el seno de Petrobras mucho antes de que la trama corrupta fuera desvelada por la Operación Lava Jato de la Policía Federal, según apunta el diario 'Valor Econômico', que cita a una gerente que habría avisado varias veces a la presidenta sin obtener respuesta.
Venina Velosa da Fonseca trabajaba como subordinada del ex director de Abastecimiento Paulo Roberto Costa, uno de los principales acusados por desvío de fondos, y en varias ocasiones envió denuncias por correo electrónico a la propia Foster y al director que la sustituyó, José Carlos Cosenza, alertando de que los números no cuadraban.
La primera vez fue en 2008, cuando les comunicó que en el área de comunicación se pagaron 58 millones de reales (casi 22 millones de dólares) por servicios que en realidad nunca se realizaron. Un año después envió un correo a Foster -que entonces era directora de Gas y Energía- advirtiendo de que las obras de la refinería Abreu e Lima, en Pernambuco, se estaban encareciendo enormemente.
Las obras de esta refinería, uno de los buques insignia de Petrobras, se presupuestaron en 4.000 millones de reales (1500 millones de dólares), pero de momento ya han costado más de cuatro veces más, alrededor de 18.000 millones de reales (6.700 millones de dólares).
Según el relato de la gerente a 'Valor Econômico', la última advertencia fue en marzo de este mismo año, cuando avisó a Cosenza de que las pérdidas financieras en operaciones internacionales de Petrobras hicieron aumentar un 15% los costes en el exterior.
Según su versión, Da Fonseca nunca recibió una respuesta clara a estos avisos, y de hecho relata un episodio en el que, tras conversar personalmente con Costa en su despacho éste apuntó una fotografía del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y le preguntó si quería "derribar a todo el mundo".
Tras sus continuas advertencias Da Fonseca fue destinada a Singapur y en marzo de este año fue despedida junto con varios involucrados en la Operación Lava Jato, a pesar de que ella, en principio, no está implicada. Antes de dejar Petrobras escribió un último correo a Foster en el que explicaba que desde que empezó a denunciar las irregularidades su vida se había convertido en un "infierno".
"Me encontré con un esquema inicial de desvío de dinero (...) Al luchar contra eso fui amenazada y asediada. Hasta me pusieron armas en la cabeza y amenazaron a mis hijas", escribió la gerente, que además aseguró que en su día llevó el asunto al departamento Jurídico y de Auditoría, pero que todo "fue en vano".
Por su parte, Petrobras ha reaccionado a la publicación de este testimonio con un comunicado en el que asegura que las informaciones que ofreció Da Fonseca fueron "investigadas" y que la estatal puso en marcha comisiones internas en 2008 y 2009 para profundizar en los hechos. Las conclusiones se enviaron a "las autoridades competentes". Sin embargo, el comunicado no desmiente que Foster recibiera esos correos alertando de las irregularidades y estuviera al corriente del esquema corrupto.