EEUU y Sudán abordan la situación y las informaciones sobre la entrada de tropas de Eritrea en la región
MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha confirmado la llegada de 175 camiones con alimentos y ayuda a la región etíope de Tigray (norte), sacudida por un conflicto desde noviembre de 2020, algo que ha descrito como un "gran progreso" para hacer frente a la crisis humanitaria en esta zona del país africano.
"Buenas noticias. 175 camiones han llegado a Tigray con alimentos y ayuda humanitaria. Gran progreso, ahora necesitamos cien camiones cada día para llegar a las millones de personas que la necesitan", ha dicho el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley.
"Ahora más que nunca necesitamos acceso total, más financiación y, lo más importante de todo, un alto el fuego desde hoy", ha manifestado Beasley a través de su cuenta en la red social Twitter. Beasley afirmó la semana pasada que el PMA podría quedarse sin ayuda en caso de que se mantuviera el bloqueo a estos camiones en Afar.
El anuncio ha llegado además después de que el Gobierno central suspendiera los permisos de trabajo en Tigray a tres organizaciones no gubernamentales internacionales, entre ellas Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
Asimismo, tiene lugar después de la visita al país del subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, para intentar incrementar la entrega de ayuda a los damnificados por el conflicto, que ha provocado decenas de miles de desplazados y refugiados.
Por otra parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, abordó el miércoles con el primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, "las preocupaciones sobre la expansión de los enfrentamientos armados en las regiones de Amhara y Afar", donde el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha lanzado ofensivas en los últimos días.
El Departamento ha destacado que ambos hablaron además del "deterioro de la situación humanitaria en Tigray" y de "las informaciones sobre la nueva entrada de tropas eritreas en Etiopía, todo lo cual afecta a la estabilidad regional".
Las tropas eritreas apoyaron al Ejército etíope en su ofensiva en noviembre contra el TPLF, si bien posteriormente se anunció su retirada, en medio de las informaciones sobre nuevos avances del grupo hacia zonas de las que había sido expulsado por las fuerzas de Adís Abeba.
Por ello, Blinken y Hamdok acordaron "pedir a todas las partes que entren en negociaciones para un alto el fuego, participar en un diálogo político inclusivo para preservar la unidad e integridad del Estado de Etiopía y permitir la entrega total de ayuda humanitaria los que la necesitan".
El vice primer ministro y ministro de Exteriores de Etiopía, Demeke Mekonen, acusó el viernes al TPLF de "perder la oportunidad de la paz" al rechazar el alto el fuego unilateral, en medio de una expansión de los combates a Afar y Amhara, que han emitido en respuesta llamamientos a su población para armarse y hacer frente al grupo.
La ofensiva del Ejército etíope contra el TPLF arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro en respuesta a un ataque del TPLF contra una base del Ejército en la capital regional, Mekelle, que se saldó con la muerte de un importante número de militares etíopes.
Tras ello, las fuerzas etíopes, que contaron con el apoyo de tropas eritreas y las fuerzas especiales de Amhara, lograron tomar Mekelle e imponer una autoridad interna, si bien finalmente han terminado cediendo terreno, lo que llevó a Abiy a anunciar el alto el fuego aduciendo razones humanitarias.