Publicado 21/04/2025 08:01

Microtia, malformación congénita de la oreja: beneficios del diagnóstico temprano y tratamientos

Archivo - Hombre señalando su oreja sobre fondo azul claro, primer plano
Archivo - Hombre señalando su oreja sobre fondo azul claro, primer plano - LIUDMILA CHERNETSKA/ ISTOCK - Archivo

MADRID 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

La audióloga Diana Mora, del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, ha destacado que realizar un diagnóstico temprano de la microtia "resulta clave" para el desarrollo del lenguaje y para elegir el mejor tratamiento.

La microtia es una malformación congénita de la oreja que puede tener diferentes grados: desde tener la oreja un poco más pequeña de lo normal hasta la ausencia de ambos pabellones auriculares. En España, su prevalencia es de uno de cada 10.000 recién nacidos, afecta más a hombres y suele presentarse en el oído derecho.

Aunque se desconoce su causa, se sabe que en el desarrollo de las microtias influyen factores genéticos, así como el ambiente prenatal, según ha detallado el otorrinolaringólogo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Ignacio Alcalá.

Esta alteración puede impedir que el sonido llegue hasta el nervio auditivo y provocar que los niños no escuchen bien y padezcan trastornos en el lenguaje, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz y un enfoque individualizado durante su abordaje y tratamiento, que debe contar además con la participación multidisciplinar de otorrinos, audiólogos y, en algunos casos, logopedas.

Los otorrinolaringólogos abordan los aspectos estéticos y funcionales del oído, si bien de los tratamientos quirúrgicos se encargan los cirujanos plásticos. El rol de los audiólogos consiste en evaluar y adaptar los sistemas de audición.

"Si realizamos las distintas pruebas auditivas y una evaluación multidisciplinar, la pérdida auditiva no es una condición limitante para el aprendizaje del lenguaje, ni para la inclusión académica, ni la social y luego laboral", ha afirmado la logopeda Naira Delgado Márquez, colaboradora del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

ABORDAJE Y TRATAMIENTOS

En cuanto a su manejo, entre los cero y los seis meses se realizan los exámenes de confirmación y un cribado neonatal para determinar el tipo de hipoacusia. De los seis meses a los dos años, se adapta un dispositivo auditivo y, si se detecta un retraso en el habla, comienzan las primeras sesiones con el logopeda. De los dos a los cuatro años, son necesarias las revisiones de forma regular cada cuatro meses para realizar ajustes en el dispositivo. En esta etapa, se efectúa una primera valoración psicológica para comprobar si existe impacto emocional.

"En los primeros cinco años, el niño con microtia lleva un sistema osteointegrado que estimula la audición. La edad ideal para empezar a utilizar este dispositivo similar a un audífono, que se sitúa a nivel del hueso mastoides, es a los cuatro o cinco meses si toda la cabeza está bien formada", ha añadido la audióloga Diana Mora.

A partir de los seis años, se lleva a cabo una valoración quirúrgica para la reconstrucción auricular. A esta edad, el tratamiento consiste en un implante osteointegrado conductivo si el niño sufre una pérdida de audición de transmisión y/o mixta, y en un implante coclear en caso de que haya una pérdida severa profunda, aunque esta es rara. De aquí en adelante, los especialistas realizan un seguimiento continuo del desarrollo auditivo y emocional.

Mora ha recomendado que los niños lleven los dispositivos auditivos de colores llamativos porque les aporta confianza que otras personas puedan verlos, lo que ayuda de cara a la adolescencia y al cuidado de la parte psicológica. "Hay que enfrentar al niño a la vida porque luego vienen muchos retos más", ha finalizado.

Contador