BRUSELAS 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen este jueves en Bruselas en una cita que servirá para arrancar formalmente el debate sobre aumentar el gasto militar después que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, haya avisado de que el nuevo compromiso de inversión en Defensa superará el 3% del PIB y Estados Unidos insista en llegar al 5%.
La situación en Ucrania, donde los aliados tendrán que comprometerse a largo plazo con la seguridad del país, y la urgencia generada por la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca hace que la discusión entre aliados para pactar un nuevo compromiso coja temperatura, toda vez el nuevo objetivo de gasto se espera para la cumbre de líderes de la OTAN en La Haya de finales de junio. De fondo está la necesidad de la alianza de renovar el objetivo del 2% pactado en 2014, que a día de hoy cumplen 23 de los 32 aliados, con España a la cola con el 1,28%.
Mientras Rutte valora el esfuerzo para elevar el presupuesto de Defensa tras la invasión rusa de Ucrania, insiste en que el listón marcado hasta ahora es insuficiente ante las necesidades militares y las carencias "demasiado grandes" de los Ejércitos europeos.
A la urgencia política que le imprime Trump con su demanda de gastar el 5% en Defensa se suma el ejercicio de evaluación interno de la OTAN para renovar los objetivos de capacidades militares que deben cumplir los aliados.
Este mismo miércoles Rutte ha incidido en que el nuevo compromiso se alcance "más pronto que tarde" y se fije un "calendario creíble" para que no suceda como en 2014 cuando los aliados se comprometieron a gastar el 2% pero luego no se aceleró la inversión hasta pasados unos años. "Eso es sencillamente inaceptable. Y no porque solo el presidente Trump nos lo pida, sino porque tenemos que defendernos", ha señalado.
OBJETIVOS MILITARES UN 30% SUPERIORES
De telón de fondo están los nuevos niveles mínimos de recursos militares que fijará la OTAN. Un alto cargo aliado avanza que estos objetivos están un tercio por encima de los anteriores, de 2021, lo que se traduce en mayor exigencia militar a la vista de que están vinculados a unos planes de Defensa concretos para responder ante amenazas de seguridad.
"La defensa colectiva conlleva un coste en recursos y se refleja en el nivel de ambición al que nos enfrentamos ahora. Así que estamos probablemente un 30% por encima de lo que estábamos en el último ciclo", explica este alto cargo, que indica que muchos de los miembros de la OTAN no cumplen con los objetivos previos, por lo que deberán realizar un esfuerzo "significativo" en inversión militar para "ponerse al día y cumplir las nuevas demandas".
Todas las voces en los cuarteles generales de la OTAN advierten de que el listón del 2% está caduco y no se ajusta a las necesidades presentes y futuras de la seguridad euroatlántica. "En la mayoría de los casos, el 2% apenas bastaba para alcanzar los antiguos objetivos de capacidad, por lo que ya hemos superado con creces ese punto y esperamos que los países, si quieren cumplir sus compromisos, gasten mucho más de lo que gastan en la actualidad", subraya la fuente aliada.
ESPAÑA A LA COLA DEL GASTO EN LA OTAN
En contraste con Estados Unidos, Polonia o los bálticos, los aliados más entusiastas con el gasto militar, España se sitúa a la cola en la OTAN y junto a Italia, Canadá, Bélgica o Luxemburgo queda lejos de la cifra de gasto mínima pactada entre aliados.
Pese a ser farolillo rojo, el Gobierno insiste en sus planes para alcanzar el umbral del 2% en gasto militar en 2029, descarta acelerar la senda de inversión y se muestra escéptico con el listón del 3%. El Ejecutivo señala a otros países grandes como Italia o Francia, que tampoco alcanzarán ese objetivo, y apunta que Alemania llega justo al listón del 2%, por lo que centra la atención en que se logre un lenguaje de compromiso que sea aceptable para los países a la cola en gasto militar.
Entre los elementos de negociación para conformar el nuevo horizonte de gasto está cómo se contabiliza el gasto en Defensa, sobre el que no hay criterios unificados en la OTAN, así como el destino de las inversiones para garantizar que es en capacidades y no gastos corrientes o una adecuada consideración de los recursos dedicados a la lucha antiterrorista o la aportación a misiones y operaciones, campo en el que destaca España con presencia en media docena de escenarios.
Como sintetiza otra fuente dentro de la OTAN, el 3% es una cifra "muy probable", pero será difícil alcanzar un consenso entre los 32 miembros de la organización, al tiempo que apunta al plazo para cumplir con el nuevo compromiso o la métrica para alcanzar el objetivo como variables que manejarán los países para cerrar un acuerdo a finales de junio.
SITUACIÓN EN UCRANIA
Aparte de la cuestión del gasto, la cita viene marcada por el anuncio de Trump de que iniciará negociaciones "de inmediato" con el presidente ruso, Vladimir Putin, para acabar con el conflicto. Esta noticia se ha conocido después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, haya avanzado en Bruselas ante los aliados de la OTAN que la Administración Trump no cree "realista" algunas de las demandas de Ucrania, como su adhesión a la OTAN o volver a las fronteras de 2014 para una salida negociada a una guerra que está a punto de cumplir tres años.
"Estados Unidos no cree que la entrada de Ucrania en la OTAN sea realista para un acuerdo negociado", ha señalado Hegseth en su intervención ante la reunión del grupo de contacto sobre Ucrania en su primer intercambio con sus homólogos de la OTAN y el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov.
Hasta ahora la línea en la organización militar pasaba por reforzar militarmente a Ucrania para mejorar su posición ante unas eventuales negociaciones, de las que se pedía que dieran una paz "justa y duradera" para disuadir futuros ataques de Putin.
"Sea lo que sea lo que salga de esas conversaciones y cuándo ocurrirá, tenemos que estar seguros colectivamente y garantizar colectivamente que lo que salga de ellas sea duradero, para que no se repita lo que ocurrió con el acuerdo de Minsk en 2014", ha advertido Rutte, quien en todo caso ha evitado referirse a la integración euroatlántica de Kiev alegando que este aspecto forma parte de las futuras conversaciones en el seno de la alianza y probablemente con el presidente ruso.