Publicado 09/04/2025 09:24

El PMA dice que varias zonas de Sudán del Sur están "en un punto de inflexión" ante un hambre cerca de "niveles récord"

Archivo - Imagen de archivo de un campamento de refugiados en Yuba, Sudán del Sur
Archivo - Imagen de archivo de un campamento de refugiados en Yuba, Sudán del Sur - Michael Kappeler/dpa - Archivo

Alerta especialmente sobre la situación en el estado de Alto Nilo, epicentro de un repunte de los combates durante las últimas semanas

MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado este miércoles de que los niveles de hambre en Sudán del Sur están cerca de "niveles récord" y ha manifestado que las zonas más afectadas por la situación, empeorada por el repunte de los enfrentamientos durante las últimas semanas, están "en un punto de inflexión", motivo por el que ha pedido a la comunidad internacional que incremente la entrega de ayuda humanitaria.

El organismo ha explicado que alrededor de 7,7 millones de personas hacen frente a niveles de hambre catalogados como "de crisis, emergencia o catastróficos", una cifra "cercana a los máximos" que incluye a unos 3,1 millones de residentes en la región de Gran Alto Nilo, epicentro de los combates de las últimas semanas entre el Ejército y una milicia local en el condado de Nasir.

Así, ha manifestado que la parte norte de esta región, integrada por el estado de Alto Nilo, donde se encuentra Nasir, es la más impactada por el repunte de las hostilidades. En ella, un millón de personas hacen frente a "elevados niveles de hambre", mientras que a la zona han llegado además la mayoría de los 1,1 millones de refugiados sudaneses que han huido del país a causa de la guerra que estalló en abril de 2023 en Sudán.

El PMA, que cuenta con una escasez de fondo que asciende a los 396 millones de dólares (alrededor de 358 millones de euros) para el resto de 2025, ha tenido que pausar las distribuciones en seis condados por motivos de seguridad, mientras que los combates en los ríos usados como rutas de suministro están afectando también el traslado de ayuda a Alto Nilo.

En este sentido, ha resaltado que su objetivo es llevar ayuda humanitaria a más de 450.000 personas en Alto Nilo, "priorizando a los que hacen frente a niveles de hambre de emergencia y catastróficos", si bien ha ahondado en que "el conflicto activo está ralentizando los progresos" de los organismos internacionales.

"El estado del Alto Nilo también se ha visto gravemente afectado por un brote de cólera", ha recordado, al tiempo que ha destacado que el grupo logístico que encabeza el propio PMA ha trasladado por vía aérea 34.900 kilos de suministros contra el cólera y agua, saneamiento e higiene (WASH) a zonas afectadas por el conflicto.

De esta forma, ha incidido en que "otros 3.000 kilos están listos para su transporte", mientras que el PMA "tiene casi nueve toneladas de alimentos, suficiente para alimentar a más de un millón de personas durante un mes, en la ciudad norteña de Malakal, con alimentos adicionales en Bor y la capital, Yuba".

El país se ha visto sumido durante las últimas semanas en una grave crisis política a causa de los combates en Nasir entre el Ejército y la milicia Ejército Blanco que ha derivado en que el exlíder rebelde y actual vicepresidente Riek Machar haya sido puesto bajo arresto domiciliario, lo que llevó a su partido, el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO), a denunciar la "abrogación" del acuerdo de paz de 2018 por esta decisión.

El ministro de Información sursudanés, Michael Makuei Lueth, acusó a Machar de instigar una rebelión en el país y de obstaculizar los avances de cara a celebrar elecciones a través de su supuesto apoyo la citada milicia pese a que el SPLM-IO se ha desvinculado de estos combates cerca de la frontera con Etiopía, en medio de los llamamientos internacionales a mantener el pie el acuerdo de paz.

La crisis tiene lugar después de que el presidente de Sudán del Sur promulgara en septiembre de 2024 una enmienda a la Constitución de 2011 para extender otros dos años el periodo de transición, una medida criticada por la comunidad internacional, que reclamó a Yuba avances para la aplicación de la totalidad del acuerdo de 2018, dado que aún no se han materializado algunos de los compromisos, incluida la celebración de elecciones.

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